Molfvn nos invita a reflecionar y ahondar en las dinámicas de producción discursiva desde los cuales se han representado al otro en el marco del denominado “conflicto Mapuche”. Medios de comunicación hegemónicos, empresarios, gobierno, tribunales de justicia y policía han tenido como fundamento –para su producción y reproducción– el estancamiento del desarrollo económico, político y cultural, ante las políticas de modernización que desde la institucionalidad se estarían gestionando para el bienestar de la sociedad chilena, dando cuenta de una mirada reduccionista respecto a la complejidad del proceso histórico-cultural que conllevan las demandas Mapuche.
De este modo, el artista visual Antil, tensa esta disputa simbólica desarticulando la manera en que observamos aquello que los discursos hegemónicos nos muestran. Este marco situacional, nos presenta las múltiples acciones que responde a una manera de actuar frente a un aparataje que al no plantear soluciones concretas, refuerza la violencia a partir de una creciente militarización del territorio.
Si bien, las causas de esta disputa no responden sólo a dinámicas contemporáneas; las empresas hidroeléctricas y, principalmente, forestales han contribuido sostenidamente en impulsar y acrecentar –apoyadas por la Ley 701, decretada durante la dictadura civico militar–, el desarrollo forestal a través de la bonificación de suelos para convertir el bosque nativo en plantaciones de monocultivos de pino y eucaliptos, generando un daño ambiental que amenaza día a día los medios de subsistencia y agricultura de las diversas comunidades.
Sumado a lo anterior, la histórica represión modela un nuevo movimiento étnico, encabezado por una orgánica que construye una ideología de la resistencia, recuperación de territorios y reconstrucción de Wajmapu, propiciando el surgimiento de organizaciones políticas como la CAM (Coordinadora de Comunidades en Conflicto o Coordinadora Arauco-Malleco), inscribiéndose como parte de una “oleada” indigenista continental que desde los noventa exigen el derecho humano de la autodeterminación.
En este sentido, la muestra, alude no sólo a las víctimas de este proceso sino a la lucha histórica de esa zona. De este modo, dada la coyuntura nacional, se articulan una serie de obras que exponen distintos escenarios, en un contexto atravesado por distintas las formas de violencia que se han acentuado por parte del Estado mediante la aplicación de la Ley de Seguridad Interior del Estado y la Ley Antiterrorista.
Por otra parte, el espacio expositivo, se asume como una puesta en tensión que lleve a reflexionar sobre las disputas, motivos y las maneras en cómo vemos y comprendemos las capas históricas, sociales y políticas que se hallan presentes en el territorio Mapuche, cuestionando el imaginario que se impone desde una concepción instrumentalizada que proyecta la exclusión, el tratamiento discriminatorio y estereotipado, legitimando el poder de unos frente a otros, criminalizandolos y estigmatizandolos a través de noticias y montajes tanto policiales como mediáticos que perpetuán la violencia de unos hacia otros.
Soledad Aguirre Evangelista
Curadora